Título:
"Internet en la formación del receptor crítico"
  Autor/res: Antonio Campuzano
 


   * Introducción

- La formación del receptor crítico en la LOGSE.
- La reforma del currículo. Un paso atrás.
- Los medios de comunicación de masas.
- ¿Información, comunicación o conocimiento?

   * La formación del receptor crítico

- El receptor crítico

   * La World Wide Web y el receptor crítico

- Internet como medio de comunicación de masas
- Internet como medio de comunicación alternativo


   * Conclusiones

 

INTRODUCCIÓN


- El receptor crítico y la LOGSE


La LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo, 3 octubre 1990) en el segundo párrafo de su preámbulo manifiesta queEl objetivo primero y fundamental de la educación es el de proporcionar a los niños y a las niñas, a los jóvenes de uno y otro sexo, una formación plena que les permita conformar su propia y esencial identidad, así como construir una concepción de la realidad que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma. Tal formación plena ha de ir dirigida al desarrollo de su capacidad para ejercer, de una manera crítica y en una sociedad axiológicamente plural, la libertad, la tolerancia y la solidaridad.

Propósitos como los que en él se explicitan o "la educación permanente" como principio básico (LOGSE, artículo 2, punto 1), no se pueden pretender hoy sin contar con los medios de comunicación, que proporcionan la mayor parte de la información que recibe cualquier ciudadano en nuestro país a partir del momento en que comienza a asomarse a la televisión, casi siempre, antes de integrarse en el sistema educativo.

La misma Ley, en su artículo 2, punto 3, incluye, entre los principios a que atenderá el desarrollo de la actividad educativa, "El desarrollo de las capacidades creativas y del espíritu crítico" y "La relación con el entorno social, económico y cultural".

Por ello, dado que los medios de comunicación y la familia son, en este momento, junto con el sistema educativo las tres entidades fundamentales en los procesos de socialización, y que los mass media ocupan, en la población infantil y juvenil, más tiempo que el de escolarización, nos parece esencial la formación del receptor crítico.

Así se reconocía en el documento "Ciencias Sociales. Geografía e Historia" publicado por el MEC en las llamadas Cajas Rojas, en el cual, como introducción a los contenidos del área, se definían tres ejes procedimentales, uno de los cuales era "El tratamiento de la información":

"Tratamiento de la información". En las disciplinas de esta área son importantes las capacidades relativas a la recogida y registro de datos, el análisis crítico de las informaciones, la inferencia, el contraste, la síntesis interpretativa y el juicio evaluador. Pág. 17

También se describían tres ejes actitudinales, uno de los cuales era "El rigor crítico y la curiosidad científica"

"El rigor crítico y la curiosidad científica". Aunque son actitudes que todas las áreas han de cultivar, resultan especialmente significativas en ésta, tanto por el carácter opinable de los hechos humanos objeto de estudio, como por la importancia que en ella adquieren el análisis y la valoración crítica de la información." Pág. 17

Y entre los objetivos de este área podíamos encontrar uno que decía así:

2. Identificar los procesos y mecanismos básicos que rigen el funcionamiento de los hechos sociales,
utilizar este conocimiento para comprender las sociedades contemporáneas, analizar los problemas más acuciantes de las mismas y formarse un juicio personal crítico y razonado.

En cuanto al área de Lengua y Literatura, podíamos encontrar un objetivo general de área que decía así:

5. Reconocer y analizar los elementos y características de los medios de comunicación, con el fin de ampliar las destrezas discursivas y desarrollar actitudes críticas ante sus mensajes, valorando la importancia de sus manifestaciones en la cultura contemporánea.

En el bloque 4 de este área, titulado Sistemas de Comunicación verbal y no verbal, podíamos encontrar un contenido conceptual titulado: 3. Los medios de comunicación. Un Procedimiento: 3. Exploración de las posibilidades comunicativas de los medios de comunicación y dos contenidos actitudinales: 2. Actitud crítica ante los mensajes de los medios de comunicación y 3. Interés ante las nuevas tecnologías de la comunicación y actitud crítica ante su uso.

Además de estas muestras podemos encontrar otros elementos parecidos en dicho currículo.

- La reforma del currículo. Un paso atrás.

La modificación de objetivos y contenidos producida por el Real Decreto 3473/2000, de 29 de diciembre, no menciona los contenidos procedimentales ni actitudinales, ya que los contenidos que explicita son exclusivamente conceptuales. No obstante, en los criterios de evaluación aparecen algunos procedimientos y actitudes que no aparecen como contenidos.

Además de otras modificaciones que generan un empobrecimiento didáctico del nuevo currículo, desaparecen las actitudes críticas, tanto en los objetivos como en los contenidos. El objetivo 2 antes citado queda así:

1. Conocer los procesos y mecanismos básicos que rigen los hechos sociales y utilizar este conocimiento para comprender el pasado y la organización de las sociedades.

No obstante, permanece en un criterio de evaluación de cuarto curso:

"11. Identificar, valorar y debatir, de modo crítico, los principales problemas morales del mundo actual, así como las diferentes posiciones éticas que manifiestan." (BOE del 16 de enero 2001, pág. 1820)
Lamentablemente, el eje procedimental "El tratamiento de la información", que ahora desaparece, era un buena herramienta para capacitar a los ciudadanos para desenvolverse en la maraña informativa que tejen día a día, tanto los medios de comunicación convencionales como la red.

En relación con el área de Lengua Castellana y Literatura, desaparece el objetivo antes citado y los contenidos mencionados se transforman en un contenido de tercer curso de la ESO: Los medios de comunicación escritos: la prensa; y dos en cuarto curso: Los medios de comunicación audiovisuales: radio y televisión y Técnicas de búsqueda de información en nuevos soportes (CD-ROM, internet, etc.). Estos contenidos de ambos cursos no se ven reflejados en los criterios de evaluación. Tanto en tercero como en cuarto se pide: Presentación de la información. Tratamiento informático de textos (I y II).

Quizás se trate de una voluntad política de desarmar al ciudadano frente a unos media cada vez más propagandísticos, como se está viendo en la campaña del 11 de setiembre, en la que los media han cerrado filas con el poder, con ejemplos tan evidentes como las normas dictadas por la CNN a su personal para el seguimiento del conflicto (EL MUNDO, 2001), sumiendo al receptor en la mayor campaña de intoxicación conocida hasta el momento. Vietnam, El Golfo y Yugoslavia han permitido, además del ensayo de nuevas armas, desarrollar nuevas estrategias desinformativas.

- Los medios de comunicación de masas

Los últimos acontecimientos han supuesto una vuelta de tuerca a las funciones que Chomsky y Herman (1990) les atribuían hace doce años:

"Los medios de comunicación de masas actúan como sistema de transmisión de mensajes y símbolos para el ciudadano medio. Su función es la de divertir, entretener e informar, así como inculcar a los individuos los valores, creencias y códigos de comportamiento que les harán integrarse en las estructuras institucionales de la sociedad. En un mundo en el que la riqueza está concentrada y en el que existen grandes conflictos de intereses de clase, el cumplimiento de tal papel requiere una propaganda sistemática." pág. 21

Estas funciones han sido rebasadas ampliamente. Resulta difícil ahora hablar sobre los media como "un modelo de propaganda" (Obra citada) y habrá que empezar a hablar de un modelo de intoxicación.
La repercusión educativa más relevante de los medios de comunicación radica en que, desde fuera del ámbito escolar, inciden en los procesos de aprendizaje porque:


- Estimulan ciertas capacidades cognitivas que favorecen determinadas formas de percibir y entender la realidad. La práctica continuada de los lenguajes audiovisuales favorece el desarrollo de capacidades (pensamiento asociativo, percepción visual, emotividad ...) complementarias a las que promueve el lenguaje escrito (pensamiento lógico, capacidad de abstracción, análisis y reflexión ...), que, en ocasiones, parecen sufrir un retraso en su progresión (del Río, 1996). De la misma manera que el paso de la cultura oral a la escrita produjo la reducción de la memoria, la evolución a la cultura audiovisual está transformando nuestras formas de percepción y pensamiento.

- Son fuentes de información hegemónicas e inevitables. No se puede estar informado de la actualidad sin contar con ellos y, por otro lado, impregnan de tal forma la sociedad que, de una u otra manera, están presentes en nuestras ideas y opiniones incluso cuando no somos conscientes de ello.
- Generan conocimientos previos. Cuando se trata un tema en clase es muy probable que los alumnos ya hayan oído o visto algo sobre él en televisión o, al menos, lo asocien con algo ya sabido. En cualquier caso, contribuyen de manera relevante a la formación de los esquemas conceptuales con los que el alumno procesa la información que recibe en clase.

- Propagan actitudes y valores. Esta es quizá su función prioritaria al servicio del mercado. El problema es que dichas actitudes y valores (violencia, individualismo, competitividad, insolidaridad, etc.) entran en contradicción con los del currículo oficial, en algunos casos incluso con la Ley (apología del fraude fiscal o de la velocidad en carretera), que buscan el beneficio del individuo y la sociedad.

- ¿Información, comunicación o conocimiento?

La inmersión creciente de los media en el mercado de usar y tirar, que es la cultura de masas, a la búsqueda de una audiencia poco culta y/o agobiada por el trabajo y deseosa de relax, ha apostado por la información inmediata, parcelada, desestructurada, una información de fácil consumo pero difícil de convertir en conocimiento. Unas "noticias" que producen la ilusión de estar informados, fáciles de comprender, pero que terminan siendo falsas a causa de la simplificación.

Ignacio Ramonet (Ramonet, 2001) explica cómo la información se ha transformado en mercancía, devaluando los conceptos de información, actualidad y veracidad, buscando la emoción por encima de la comprensión y utilizando unos mecanismos de censura basados en la acumulación, el exceso, la asfixia ...
Esta superabundancia de información hace incluso la función de biombo. Un biombo que oculta, que es opaco y que hace más difícil la búsqueda de la buena información.

La meta es confundir información con comunicación y crear esa sensación placentera de informarse sin esfuerzo. Pero, como dice Ramonet (Ramonet 1996):

Muchos ciudadanos estiman que, confortablemente instalados en el sofá de su salón, mirando en la pequeña pantalla una sensacional cascada de acontecimientos a base de imágenes fuertes, violentas y espectaculares, pueden informarse con seriedad. Error mayúsculo. Por tres razones: la primeras, porque el periodismo televisivo, estructurado como ficción, no está hecho para informar, sino para distraer; en segundo lugar, porque la sucesión rápida de noticias breves y fragmentadas (una veintena por telediario), produce un doble efecto negativo de sobre-información y desinformación; y finalmente, porque querer informarse sin esfuerzo es una ilusión más acorde con el mito publicitario que con la movilización cívica. Informarse cansa y es a este precio al que el ciudadano adquiere el derecho a participar inteligentemente en la vida democrática.

Los enseñantes sabemos que para que la información se convierta en conocimiento, deben darse unas condiciones que no se consiguen sin esfuerzo. Las teorías del procesamiento de la información explican estos procesos, en los que los conocimientos previos y la estructura de la información resultan factores determinantes y la "calidad" de la información de los media comerciales sólo se puede entender si aceptamos que su meta es entretener (para vender) más que informar.

Si lo que pretendemos es formar ciudadanos capaces de transformar la información en conocimiento que le sirva para la vida en sociedad, hay que proporcionarles las herramientas que lo hagan posible.

* La formación del receptor crítico

Frente a esto ¿qué puede hacer el sistema educativo en beneficio de los ciudadanos?. La práctica del currículo nos permite, o nos obliga, a contextualizar la norma legal adaptándola al entorno en que nos movemos y los media son una parte importante de ese entorno.
Frente al poder educativo/deseducativo de los medios de comunicación, la escuela tiene una gran ventaja derivada de ser la única institución en la que la función educativa es intencionada, sistemática y planificada y a cargo de unos profesionales conscientes de esta función y preparados para ella.

Pérez Gómez (1992, pág. 28) dice que la función educativa de la escuela en la sociedad postindustrial debe girar sobre dos ejes complementarios:

- Organizar el desarrollo radical de la función compensatoria de las desigualdades de origen, mediante la atención y el respeto a la diversidad.

- Provocar y facilitar la reconstrucción de los conocimientos, disposiciones y pautas de conducta que el niño/a asimila en su vida paralela y anterior a la escuela. Como diría Wood, preparar a los alumnos/as para pensar críticamente y actuar democráticamente en una sociedad no democrática.

Este segundo eje lo justifica (Pérez Gómez 1992, pág. 31) por la abundancia de la información extraescolar, por su ininteligibilidad y por los efectos cognitivos que produce.

Más que transmitir información, la función educativa de la escuela contemporánea debe orientarse a provocar la organización racional de la información recibida y la reconstrucción de las preconcepciones acríticas, formadas por la presión reproductora del contexto social, a través de mecanismos y medios de comunicación cada día más poderosos y de influencia más sutil. (Obra citada, pág.32)

- El receptor crítico

Así pues, recurriremos al objetivo primero y fundamental que prescribe la LOGSE en su preámbulo, que aún sigue en vigor, y seguiremos trabajando en la formación del receptor crítico.

Por receptor crítico entendemos el que está dotado de los conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan tratar (seleccionar, analizar, sacar conclusiones útiles y poder comunicarlas) cualquier información que reciba y aplicar los conocimientos y habilidades conseguidos a su vida diaria.

Desde nuestra perspectiva de enseñantes, podemos describir una serie de contenidos (conceptos, procedimientos y actitudes) para construir dicha formación, teniendo siempre presente que estos aprendizajes deben ser transferibles a las etapas postescolares del individuo. Estos contenidos son fáciles de justificar en el currículo:

* Criterios sobre la realidad. Resulta imprescindible una concepción del mundo, de las cosas, de sí mismo (temática de los medios), que proporcionan todas las áreas de los distintos niveles curriculares. No se puede entender la información de los medios sobre el conflicto afgano sin conocer los recursos minerales de la zona y su relación geográfica con Rusia, China, India, etc.

* Conocimiento de los medios. No basta con saber sólo de medios, pero es imprescindible saber de ellos. Hay que disponer de una concepción de los medios global y útil para los ciudadanos como usuarios de los mismos.

Hay que proporcionar información sobre qué papel cumplen los medios, cómo se financian y quiénes son sus propietarios (Ciencias Sociales); cómo funcionan, cómo tratan la información y qué lenguajes utilizan (Lengua, Música, Ed. Plástica y Visual, Tecnología, Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales), qué efectos cognitivos y sociales tienen (Ciencias Sociales, Lengua), etc. Y cómo podemos buscar alternativas a los medios para tratar de responderles con sus mismas armas, es decir, convertirnos en emisores (ver Masterman, 1993).

* Métodos para analizar la realidad (también los media como parte de ella) y operar con la información. Procedimientos para el análisis de la realidad, de los media, de sus lenguajes y métodos para el tratamiento de la información y para elaborar documentos utilizando los diversos lenguajes y los medios que estén a nuestro alcance. Se encuentran en diversas áreas curriculares.

* Actitud crítica. Se trata de contenidos actitudinales que deben trabajarse en todas las áreas y referida a todo tipo de información, valores, etc. La actitud crítica no debe ser sólo ante los medios, sino ante la realidad para transformarla. Esta actitud debe ser rigurosa y fundamentarse en los conocimientos y procedimientos anteriores, para no caer en una actitud de crítica visceral que se vuelve contra el propio individuo.

* Desarrollo de las capacidades adecuadas para el análisis de la realidad, de los medios y sus lenguajes, para el tratamiento de la información, para expresarse en los diferentes medios y lenguajes, etc. Y, sobre todo, para transferir todos los aprendizajes escolares a una situación de ciudadano postescolarizado, es decir, para conseguir la autonomía personal que es uno de los objetivos de la educación.

* La World Wide Web y el receptor crítico

- Internet como medio de comunicación de masas.

La aparente falta de estructura de la "red" no deja de ser una primera impresión. Si nos fijamos un poco más podremos ver los nodos que la articulan que tienen una estructura netamente empresarial con todos los condicionantes (económicos, ideológicos, políticos) que ello comporta para los usuarios (audiencia), ya que deben de estar vinculados a un "servidor" (término un tanto paradójico) para acceder a la red, acudir a los "buscadores" (cuanto más grandes mejor, como en los demás "media") para hallar la información, etc.
Esta dependencia económica de la red la ha hecho derivar rápidamente hacia el mercado, hasta el punto de que ya está cayendo en el olvido el concepto-eslogan de "las autopistas de la comunicación" que va siendo engullido por el de "comercio electrónico" (Solomon, 2000)

Cada vez más, las grandes corporaciones están tejiendo la Red. Los sitios web con mayor tráfico así lo testifican. Casi todos los sitios web más populares son en la actualidad propiedad de grandes conglomerados. Incluso los resultados de los motores de búsqueda son cada vez más sesgados, pagándose lugares prioritarios entre bastidores. Hoy en día, "autopista de la información" es un término que suena pasado de moda, y ligeramente pintoresco.

La World Wide Web se ha convertido en un medio de comunicación de masas enfocado, como la mayoría de los tradicionales, al mercado.

Hace cinco años existía un tremendo entusiasmo por la emergente World Wide Web. El comentario general sobre la "autopista de la información" evocaba imágenes de infinita exploración, libre y espontánea. El término sugería que la Red era principalmente una fuente de educación y comunicación. Hoy, de acuerdo con la actitud vigente, la Red se entiende más bien como un instrumento para hacer dinero y para gastarlo. (Solomon, 2000)

En muchas ocasiones, navegar por la "red" resulta bastante parecido al zapping. "Buscadores", "servidores" gratuitos y algunas web ya se encuentran ornadas de publicidad. Y, sobre todo, los media clásicos ya están montando sus servicios de información "on line". La misma información (muchas veces resumida o simplemente recortada) con otros medios. No obstante, aunque toda la información que circula por la red está bajo control (ver www.nodo50/altavoz/), el sistema permite algunas lagunas de la misma forma que se permiten algunos medios alternativos.

- Internet como medio de comunicación alternativo.

Por contraste con los media convencionales que, como dicen Chomsky y Herman (obra citada) han llegado a un "consenso" impuesto por el sistema económico sobre su forma de producir información y sobre la información misma, que limita de forma importante las posibilidades informativas de su audiencia y les convierte más en empresas de control de la información que en medios informativos, Michael Albert (Albert 2000) describe la organización y los fines de medios alternativos que favorezcan la difusión de la información como un bien común.

Una institución de medios de difusión alternativa [...] no intenta aumentar sus ganancias al máximo, no vende su público a publicistas para obtener su fuente principal de ingresos [...], está estructurada para subvertir las relaciones sociales jerárquicas que definen a la sociedad, y en su estructura es profundamente diferente de otras instituciones sociales, particularmente las corporaciones, y tan independiente de ellas como pueda ser. Una institución alternativa de los medios de comunicación se ve a sí misma como parte de un proyecto para establecer nuevas formas de organizar los medios de difusión y la actividad social, además de estar comprometida a fomentar éstos como un todo, y no solo a su propia preservación.

Este tipo de empresas encuentran más facilidades en internet ya que los gastos de infraestructuras, difusión, etc. son muchísimo más bajos y, por tanto, no se necesitan grandes apoyos financieros (y la hipoteca de contenidos que conllevan) para ponerlos en pié y mantenerlos dignamente. Muchos periodistas que se sienten cautivos, maltratados o con mala conciencia por su trabajo en las empresas convencionales o intelectuales independientes de las corporaciones, colaboran en proyectos de este tipo y enriquecen los procesos de información, análisis y debate en estos medios.

El punto débil aquí es la información inmediata, que es el producto estrella de los convencionales, pero su fuerte es la posibilidad, no acuciada por la urgencia o los imperativos empresariales (intereses, ideología, propaganda, censura, etc.), de análisis rigurosos y calmados que proporcionan una información de calidad susceptible de transformarse en conocimiento.

No hay que olvidar el "boca a boca" multiplicador que posibilita el correo electrónico para la difusión de archivos de todo tipo y las posibilidades de discusión a través de los foros.

- Las fuentes de información.

Una vez terminado el periodo de escolarización obligatoria y aún en la formación universitaria debido a la especialización, el individuo se ve obligado a buscar sus fuentes de información y le será fácil encontrarse con los media convencionales, algunos incluso gratuitamente.

El problema es que todos beben de las mismas fuentes (o muy parecidas). Vinculados a intereses económicos comunes a través de las grandes corporaciones (como propietarios de los media o como anunciantes), la selección de la información se hace en función de media docena de grandes agencias informativas y de unos pocos intereses de grandes corporaciones. En caso de conflicto grave las fuentes de información suelen llegar fácilmente a un acuerdo con la ayuda de los poderes políticos e incluso militares.
También se ha puesto en marcha la autocensura de los medios de comunicación, e incluso de las organizaciones de centroizquierda. Por ejemplo, una emisora de radio (KMEL 106.1 FM de San Francisco) ha despedido a Davey D. Cook, un conocido periodista, porque había entrevistado al único miembro del Congreso que votó en contra de la guerra, la demócrata californiana Barbara Lee. Las televisiones no cubren las manifestaciones anti-guerra [...] Pero el acto de censura más destacado ha sido la petición dirigida por la Casa Blanca a las cinco grandes cadenas de televisión de que no emitan las declaraciones de Osama Bin Laden y sus socios. (Ratner 2001)

Los media están muy condicionados por el escaso número de agencias de información, pero mucho más por la necesidad de "vender". Por eso seleccionan sus noticias en función de criterios de comercialidad. Cualquier medio de comunicación recibe cada día no menos de cuatro mil noticias, de las cuales se seleccionan 20-25 (0'5%) para hacer un telediario y en torno a 100-200 (2'5-5%) para hacer un periódico.
Otro factor que influye en la calidad de la información es el enfoque de las noticias, donde han de tener cuidado de no molestar a los grupos influyentes, sean anunciantes, propietarios, etc. La "realidad mediática" se caracteriza tanto por el enfoque de lo que se cuenta como por la gran cantidad de información que se oculta o, al menos, no se trasmite.

La información de medios alternativos a través de internet nos permite darnos cuenta de la cantidad de información que se nos oculta. La conflictividad laboral y social, las acciones y pensamiento de movimientos anti-sistema, sobre todo en el Tercer Mundo, los análisis de intelectuales ajenos al pensamiento único, ... podemos encontrarlos en la red y formarnos una opinión a partir de fuentes y criterios más variados.

CONCLUSIONES


- Vivimos en una sociedad donde la información es superabundante hasta crearnos problemas de acumulación. Esta superabundancia de información, hace necesaria una formación para el receptor cada vez más exigente.

- Informarse es una tarea costosa pero imprescindible, porque gracias a una buena información y a una buena interpretación tendremos las herramientas para integrarnos inteligentemente en el medio en que nos movemos. Estar bien informado es un requisito indispensable para comprender y participar, con criterios propios, en la sociedad en que vivimos.

- Necesitamos fuentes de información alternativas y criterios sobre la realidad ajenos a los media convencionales y al pensamiento único. Los criterios básicos debe proporcionarlos el sistema educativo y, posteriormente, una persona culta puede ir perfeccionándolos con la ayuda de libros, revistas de análisis, etc. que le sirvan para contextualizar y comprender la información del día a día que dan los media. La información y los análisis alternativos de Internet pueden resultar, en este sentido, una ayuda imprescindible.


NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

Albert, Michael. ¿What makes alternative media alternative? Z Magazine. Versión en castellano, de Josué Pérez, mayo 2000 en www.sodepaz.org/Comunicaciones/dosier/0005alte.htm
Chomsky, Noam y Herman, Edward S. (1990) Los guardianes de la libertad. Propaganda, desinformación y consenso en los medios de comunicación de masas. (Manufacturing consent. The Political Economy of the Mass Media. Pantheon Books, Nueva York 1988) Trad. Carme Castells. Ed. Crítica, Barcelona. 373 pp
EL MUNDO "La CNN fija las reglas para cubrir la guerra". EL Mundo, 31 de octubre de 2001, pág. 13.
Masterman, Len (1993) La enseñanza de los medios de comunicación. (Teaching the Media, 1985). Ediciones de la Torre, Madrid.
Pérez Gómez, Angel I. (1992) "Las funciones sociales de la escuela: de la reproducción a la reconstrucción crítica del conocimiento y la experiencia". En Gimeno Sacristán, J y Pérez Gómez, A.I. Comprender y transformar la enseñanza. Editorial Morata. Madrid, págs. 17-33.
Ramonet, Ignacio. Informarse cuesta. En Le Monde Diplomatique (edición española), diciembre 1996.
Ramonet, Ignacio (2001) Comunicación contra información. Artículo publicado en Bitácora, suplemento del diario La República, de Uruguay, y reproducido en: www.rebelion.org/comunicacion_ramonet050401.htm
Ratner, Michael. Las libertades, sacrificadas en el altar de la guerra. Le Monde Diplomatique (ed. Española) noviembre 2001, págs, 18-19.
Río Pereda, Pablo del (1996) Psicología de los medios de comunicación. Madrid: Ed. Síntesis.
Solomon, Norman. What Happened to the 'Information Superhighway'?. Z Magazine, febrero de 2000. Traducido por Eneko Sanz y revisado por Alfred Sola, febrero de 2001 en www.sodepaz.org/Comunicaciones/dosier/0201auto.htm