Título:
"Fundamentos pedagógicos para la construcción de páginas web educativas"

  Autor/res: José Joméz Galán
 

Es un hecho que las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) cada día se encuentran más integradas en la realidad en la que vivimos, donde los procesos de comunicación han podido experimentar un gran desarrollo. En este sentido Internet aparece como una competente herramienta, se configura como un nuevo paradigma en el tratamiento de la información. De sus numerosas y posibles aplicaciones, en todos los ámbitos, algunas de ellas ya empiezan a materializarse en el terreno educativo, donde la comunicación es, sin duda alguna, un elemento esencial.
Dada su estructura interna, en los actuales planteamientos curriculares las páginas web se perfilan como un instrumento con grandes posibilidades educativas. El docente será, en última instancia, el protagonista que hará realidad la integración de Internet -bajo esta modalidad- en los procesos de enseñanza-aprendizaje. De él dependerá que el desarrollo de un sitio web resulte ser una adecuada herramienta didáctica. Sin embargo este proceso de integración, especialmente complejo en lo que se refiere al campo educativo, por las peculiaridades inherentes a la labor docente, es innegable que va a requerir por parte del profesorado una serie de esfuerzos añadidos a sus quehaceres más tradicionales. Nos estamos refiriendo a la dedicación que exigen las posibles, y en muchos casos reales, lagunas formativas para la creación de este material curricular, pero fundamentalmente, y como punto de partida a todo ello, a la necesidad de replantear la esencia misma de la acción educativa en los nuevos contextos concretos del aula, con la principal pretensión de optimizar, en la medida de lo posible, aprovechando todas las posibilidades que en cada momento nos ofrece el entorno, los procesos didácticos.
De este modo, y sólo desde un marco de reflexión, el profesorado deberá llegar a ser consciente de que para que un sitio web resulte realmente educativo ha de ser diseñado desde las teorías constructivistas entroncadas en los actuales planteamientos psicopedagógicos, y que hacen viable un aprendizaje significativo. Para ello resulta primordial la estructura hipertextual de la World Wide Web (WWW), y la existencia de hipervínculos -desde la propuesta de Tim Berners-Lee en 1989 (Berners-Lee y Fischetti, 1999), y que no es imprescindible que sea la única- que hacen que la interactividad sea una de las principales características de esta herramienta, y que, evidentemente diseñadas y construidas desde una perspectiva didáctica y pedagógica, pueden convertir a las páginas web en idóneas para la educación. Todo ello, por supuesto, con la meta principal de que el alumnado pueda llegar a la construcción de nuevos significados, nuevos esquemas explicativos progresivamente más complejos, como resultado de la interpretación-reinterpretación de la información en este nuevo entorno dinámico e interactivo.
Sin ninguna duda precisamente éste, lograr y favorecer la interacción, ha sido uno de los principales objetos de estudio de la tecnología educativa, lo cual, a su vez, pone de relieve la pertinencia de desarrollar esta herramienta desde premisas educativas, como reflejan los numerosos estudios e investigaciones realizados al respecto durante muchos años. No obstante, claro está, no siempre se ha producido desde una perspectiva constructivista. Así, y en el campo del empleo de la informática en la educación (y que posteriormente se ha vertido a la telemática) podemos destacar, por ejemplo, las propuestas de Pressey (1950), dentro de la enseñanza programada lineal, quien mediante un dispositivo permitía que el alumno comprobara si las diferentes respuestas eran correctas, y propiciaban su participación activa y la retroalimentación. También las del mismo Skinner (1968), quien asienta las bases de diversos diseños conductistas, que tanta influencia tienen hoy en día en la construcción de sitios web. O las Markle (1961), Lumsdaine (1961 y 1962) y -mereciendo especial atención- Crowder (1963), y su programación ramificada, quien a través de un instrumento que diseñó daba al alumnado la posibilidad de llegar a las respuestas en base a su propia intuición-comprensión, y no exclusivamente en función de esquemas de respuesta predeterminados y lineales. Podemos entender que sus iniciativas sientan las bases de los mecanismos que han de estar presentes actualmente en las tecnologías multimedia interactivas aplicadas a la educación (Hackbart, 1996).
Sin embargo, en el denso panorama de Internet en el presente, y tal como hemos señalado, un gran número -quizás demasiado elevado- de paginas web participan, ciertamente, de los modelos conductistas del aprendizaje, cuando las nuevas teorías cognitivas o evolutivas alertan sobre las limitaciones de las mismas en diferentes contextos de aprendizaje (McKeachie, 1974 y Gardner, 1983), y que impedirían, claro está, que el alumno construya su propio conocimiento de manera significativa.
El paragdima constructivista del aprendizaje -tanto desde las dimensiones del constructivismo individual (Papert, 1988) como del social (Bruner, 1990)- puede vertebrarse adecuadamente aprovechando las posibilidades hipermedia e hipertextuales de los contextos telemáticos actuales, que permiten distintos niveles de interactividad y una secuenciación determinada en última instancia por el alumnado, no por el sistema. Precisamente las actuales particularidades multimedia de las páginas web hacen posible que podamos apoyarnos en los avances que, en las últimas décadas, se han desarrollado en el campo de la tecnología educativa sobre los entornos interactivos multimedia de aprendizaje (Hackbarth, 1996), los cuales determinan las características generales que los mismos deben tener y que podemos aplicar a los sites educativos. Entre otras podemos destacar (Gómez Galán, 2000) la necesidad de precisar la función principal a la que sirve (desarrollo de habilidades, acceso al conocimiento, herramienta de referencia, etc.), de evaluar sus ventajas e inconvenientes desde distintas perspectivas (diseño pedagógico, interactividad, etc.), buscar el aprendizaje del modo más sencillo y eficaz, utilizar sus posibilidades multimedia para propiciar el aprendizaje personalizado y la interactividad, construirlo empleando los lenguajes más flexibles y accesibles y, en general, procurar su actualización continua, tanto desde una perspectiva técnica como didáctica.
De esta manera, por tanto, las páginas web pueden convertirse en poderosos instrumentos sumamente apropiados para el aprendizaje, siguiendo las nuevas corrientes de las teorías cognitivas y del conocimiento, y lejos de diseñarse únicamente como fuentes de información -lo cual sería sólo una función determinada, y en modo alguno exclusiva, como en ocasiones parece entenderse- en los ámbitos educativos deben concebirse como herramientas didácticas activas que participen, potencien o permitan alcanzar distintos objetivos curriculares. Al servicio del aprendizaje significativo, en consonancia con las teorías de Ausubel (1968) y Novak (1982), los sites educativos diseñados como sistemas de instrucción deberán posibilitar la construcción de nuevos significados. Siguiendo las aportaciones que en este sentido se han desarrollado, desde distintas perspetivas (Duffy y Johanssen, 1992; McLellan, 1996; Thompson, Simonson y Hargrave, 1996), podemos delimitar los tres parámetros básicos, esenciales y mínimos que deben constituir toda página web educativa, y que estaría en relación con lo ya expuesto:
0Accesibilidad: diseño sencillo que lleve a un lógico y fácil acceso a los contenidos.
1Pluralidad de fuentes y lenguajes: texto, imagen, sonido, productos audiovisuales, etc., que favorezcan la atención y la motivación.
2Interactividad: no sólo en lo que se refiere a los contenidos, sino también a la comunicación interpersonal, particularmente enriquecedora desde una perspectiva educativa.
En las actuales condiciones, por tanto, los websites educativos deben presentarse como poderosos sistemas formativos que animen a la comunidad escolar a su construcción. Como consecuencia de la evidencia de que cierta parte del profesorado parece no encontrar argumentos suficientes para embarcarse en tal proyecto, sobre todo si participa de la creencia de que para que el alumno desarrolle aprendizajes significativos no resultan adecuadas las páginas web -aun en el supuesto de que hayan sido diseñadas para alcanzar unas determinados metas educativas-, lo que revelaría que no se consideran adecuadamente las posibilidades que ofrecen (como es el caso, por ejemplo, de la motivación del alumnado, decisiva en los procesos educativos), se hace necesario insistir en que la integración curricular sólo se conseguirá cuando se realice un empleo educativo y didáctico coherente con las necesidades de la formación y el aprendizaje. Además, hoy no resulta posible desarrollar una educación integral siendo por completo ajenos a la nueva realidad social, ignorando que determinados objetivos y contenidos, como formar en y para las nuevas tecnologías -lo cual resulta imprescindible por su poder de influencia- sólo se alcanzan haciendo un uso y consumo analítico y crítico de las mismas.
Por todo ello, entre otros aspectos, resulta adecuado potenciar la presencia de estas herramientas telemáticas en los procesos de enseñanza-aprendizaje, dentro de estrategias didácticas activas que desemboquen en la construcción y empleo de sites educativos que persigan alcanzar determinados objetivos didácticos. Esta labor, que puede ser desempeñada por el profesorado y/o el alumnado (no hay mejor manera de conocer y analizar las nuevas tecnologías, como indicamos, que crear productos con ellas), implicará desterrar diversos tópicos como la creencia de que es necesario conocer y dominar complejos lenguajes de programación. En efecto, se hace ineludible superar las resistencias y barreras asentadas sobre la consideración de que el diseño y construcción de páginas web implica poseer altos conocimientos informáticos. Precisamente el diseño de websites educativos debe ser una función de profesionales de la enseñanza, que recojan las necesidades del aprendizaje, configurar el desarrollo y permitan alcanzar con los mismos unos adecuados (y concretos) objetivos educativos. En cuanto a la construcción en sí, los nuevos programas de creación de páginas web automatizan muchas funciones, convirtiendo esta labor en relativamente sencilla. Incluso, si no son demasiadas las pretensiones, se puede utilizar para tal fin un conocido y habitual procesador de textos (como Microsoft Word o Corel WordPerfect), que eliminará cualquier temor a iniciarse en esta atractiva tarea.
Por consiguiente, para concluir, sería necesario destacar los siguientes puntos, e inducir a su reflexión, en relación con las cuestiones tratadas:
0La necesidad de concienciar al profesorado de la importancia de perseguir, en los contextos concretos de aprendizaje en el aula, la integración de las NTIC (es necesario educar en y para NTIC, y hacerlo desde las mismas)
1La página web puede ser, convenientemente empleada -y esto es decisivo tenerlo en cuenta-, una herramienta de grandes posibilidades didácticas.
2Para que sean realmente educativas, y optimizar los aprendizajes, han de estar diseñadas desde los actuales planteamientos psicopedagógicos.
3Actualmente no es imprescindible dominar complejos lenguajes de programación para la construcción de páginas web.
4Debe primar lo pedagógico. Los aspectos estéticos en ocasiones van en detrimento de los didácticos, pues además de los mayores requerimientos de hardware -la infraestructura informática que poseen los centros educativos no siempre es de última generación, lo que dificulta la creación de diseños complejos- y software -suelen requerirse conocimientos de programas específicos si queremos construir sitios web de aspecto plenamente profesional- hemos de tener en cuenta que el objetivo principal que deben cumplir las páginas web educativas es precisamente este: educar (no sólo informar ni siquiera instruir), y centrar demasiado la atención en los aspectos estéticos (aunque sin ser incompatible con ello, desde luego) puede desviarnos o alterar esta meta.

Referencias bibliográficas:

Ausubel, D. P. (1968). Educational Psychology: A Cognitive View. Nueva York: Holt.
Berners-Lee, T. y Fischetti, M. (1999). Weaving the Web: The Original Design and Ultimate Destiny of the World Wide Web by its Inventor. San Francisco: Harper. Traducción al español: Berners-Lee, T. y Fischetti, M. (2000). Tejiendo la Red, el Inventor del World Wide Web nos descubre su Origen. Madrid: Siglo XXI.
Bruner, J. (1990). Acts of Meaning. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Crowder, N. A. (1963). On the differences between Linear and Intrinsic Programming. Phi Delta Kappan, 44, 253.
Duffy, T. y Jonassen, D. (1992). Constructivism and the Technology of Instruction: A Conversation. Hillsdale: Earlbaum.
Gardner, H. (1983). Frames of Mind. the Theory of Multiple Intelligences. Nueva York: Basic Books.
Gómez Galán, J. (2000). Lenguajes Informáticos para la Creación de Páginas Web Educativas en Internet. Memoria de investigación inédita. Sevilla: Facultad de Informática y Estadística, Universidad de Sevilla.
Hackbarth, S. (1996). The Educational Technology Handbook. Process and Products for Learning. Englewood Cliffs, NJ: Educational Technology Publications.
Lumsdaine, A. A. (1961). Student Response in Programmed Instruction: A Symposium on Experimental Studies of Cue and Response Factors in Group and Individual Learning from Instructional Media. Washington: National Research Council, National Academy of Sciences.
Lumsdaine, A. A. (1962). (5ª ed.) Teaching Machines and Programmed Learning: a Source Book. Washington: Department of AudioVisual Instruct. Nat. Education Assoc.
Markle, S. M. (1961). A Programed Primer on Programming. Nueva York: Autor.
McKeachie, W. J. (1974). Instructional Psychology. Annual Review of Psychology. 25, 161-193.
McLellan, H. (1996). Situated Learning Perspectives. Englewood Cliffs: Educational Technology Publications.
Novak, J. D. (1982). Teoría y Práctica de la Educación. Madrid: Alianza Editorial.
Papert, S. (1988). The Conservation of Piaget: The Computer as Grist for the Constructivist Mill. En G. Foreman y P.B. Pufall (Eds.). Constructivism in the Computer Age. Hillsdale: Erlbaum, 3-13.
Pressey, S. L. (1950). Development and Appaisal of Devices Providing Immediate Automatic Scoring of Objetive Tests and Concomitant Self-Instruction. Journal of Psicology. 29, 417-447.
Skinner, B. F. (1968). The Technology of Teaching. Nueva York: Applenton-Century-Croft.
Thompson, A. D., Simonson, M. R. y Hargrave, P. (1996). (2ª ed.). Educational Technology: A Review of the Research. Ames, Iowa: Iowa State University-Association for Educational Communications and Technology.

Dr. JOSÉ GÓMEZ GALÁN
SOLEDAD MATEOS BLANCO

Centro de Trabajo: Departamento de Ciencias de la Educación. Facultad de Educación. Universidad de Extremadura. Dirección: Avda. Elvas, s/n, 06071 Badajoz Teléfono/Fax: 924 289501, ext. 6713. Correo Electrónico: jgomez@unex.es - smateos@unex.es