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Comentario:
Cuando generamos la estructura de
un sitio web con objetivos educacionales o comunitarios, no sólo
nos enfrentamos con la forma en que se leen y navegan un sitio web los
futuros usuarios, sino que existen ideas previas del cliente acerca de
cómo debería ser el sitio. El cliente tiene su propio modelo
mental, esculpido a través de su experiencia como usuario de diversos
sitios (comerciales, institucionales, informativos, etc.).
Muchas veces manifiestan preferencia por lo “vistoso”
y llamativo, y quien organiza los contenidos y los aspectos didácticos
del entorno debe explicar la forma de lectura y los modos de aprendizaje
que se pueden establecer a través de Internet.
Sus modelos mentales muchas veces terminan siendo influyentes en decisiones
críticas acerca de cómo presentar materiales, sobre todo
si no hay verdaderos expertos en aprendizaje y didáctica involucrados
en el desarrollo del sitio.
Por otra parte, el conocimiento del medio que tienen en general está
relacionado con el uso, y no con la producción de los recursos.
Por lo tanto, suelen desconocer las limitaciones del medio y las posibilidades
de lectura y uso que ofrece.
Por eso el material de Romero aporta a quienes trabajamos en la construcción
de sentidos en medios virtuales. Internet es un medio en evolución,
que logra estabilizaciones y sin embargo luego vuelve a cambiar, junto
con los lenguajes de programación y la tecnología.
Se necesita la investigación en los modelos mentales, formas de
navegación y estilos de búsqueda de información para
que Internet sirva realmente para los objetivos educativos que nos planteamos
en algunos desarrollos. Es preciso que los constructores de sitios web
conformen un equipo interdisciplinario de diseño, desarrollo, y
comunicación educativa. Así la web se va a enriquecer, creando
sus propios modelos de aprendizaje e invitando a los usuarios a aprender
a aprender en entornos virtuales.
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