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Un
estudio experimental sobre las actitudes de los docentes hacia las Tecnologías
de la Información y la Comunicación)
1. Introducción
Hoy es aceptada de modo axiomático la doble necesidad de integración
curricular de las Nuevas Tecnologías de la Información y
la Comunicación y de cambio de rol del profesorado como modos,
mutuamente implicados, de evitar la disociación entre la sociedad
de la información y el conocimiento y los centros educativos.
En demasiadas ocasiones se ha pensado que con la dotación de equipos
informáticos de muy buenas prestaciones e impartiendo cursos de
formación del profesorado -buena parte de ellos priorizando los
aspectos técnicos sobre los pedagógicos (Escudero, 1992)-
estaba garantizada la satisfacción de esa doble necesidad, ignorando
o minimizando el hecho de que la integración curricular de las
TIC y el cambio de rol que hoy se exige al profesorado para que se produzca,
pasan necesariamente por conocer, contemplar en la toma de decisiones
y, en su caso, intervenir sobre las actitudes que los docentes mantienen
ante las mismas. Se habla y se generaliza sobre las actitudes del profesorado
hacia las TIC con demasiada ligereza y, la mayor parte de las veces, éstas
últimas se acaban implantando en nuestros centros educativos sin
tomar a aquéllas en consideración, con lo que su rentabilidad
didáctica queda claramente mermada e incluso puede llegar a ser
estéril y hasta contraproducente.
Desde estos supuestos, el análisis y valoración de las actitudes
de los docentes hacia las TIC se convierten en ineludibles y prioritarios.
A ellos se dirige el estudio experimental presentado en esta comunicación.
2.
Interrogantes y contexto inicial
¿Pueden y deben medirse las actitudes de los docentes hacia las
Tecnologías de la Información y la Comunicación?
¿Disponemos de instrumentos para llevar a cabo esta medición?
¿Cuáles serían los resultados? ¿Están
algunas variables influyendo en la disposición de los docentes
hacia las TIC? ¿Existen diferencias significativas entre los distintos
grupos de docentes? ¿Cuáles son las actitudes de los docentes
más favorables y desfavorables a la implantación de las
TIC en el aula y en qué grado lo son?
Las respuestas a estas preguntas no deben ser dadas a partir de nuestra
propia intuición o del comentario a unas cuantas opiniones recabadas,
sino de un modo más científico-experimental que intente
objetivar la realidad docente en este campo.
Ello es lo que pretendemos con la investigación presentada a continuación
como ejemplo de procedimiento, llevada a cabo a partir de una muestra
de treinta y ocho docentes pertenecientes a las etapas de Infantil y Primaria.
Forzados por el tamaño y composición de la muestra no hemos
contemplado la inclusión para el análisis de algunas variables
como pudieran ser las de rural/urbano, centro público/centro privado,
comunidad autónoma
u otras etapas educativas. Por eso, la
investigación aquí presentada está precisando de
una replicación con una muestra mucho más extensa extraída
de toda la localidad, provincia o comunidad -o de todos los docentes en
general- según los objetivos que se pretendan.
No obstante, el estudio experimental aquí presentado y las conclusiones
que de él se derivan, desde los criterios estadísticos de
normalidad que cumplen las puntuaciones sobre las que se ha elaborado,
son en principio extrapolables a toda la población de docentes
en las etapas de Educación Infantil y Primaria a las que corresponde
la muestra. A través de él hemos intentado acercarnos a
los objetivos reflejados a continuación.
3.
Objetivos de la investigación
Elaborar un instrumento, la "Escala de Actitudes de los Docentes
hacia las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación"
que, partiendo de muestras más amplias, pueda servir para investigaciones
posteriores de mayor calado.
Disponer de un instrumento diagnóstico de medida adecuado para
valorar la actitud del profesorado hacia las TIC y favorecer y mejorar
su implantación e integración curricular para hacerlas pedagógicamente
rentables en cada contexto escolar.
Medir los niveles de "cercanía" o "distanciamiento"
de los docentes, individualmente y como grupo, respecto a las TIC.
Conocer la incidencia de algunas variables (sexo, edad y etapa educativa)
en la actitud del profesorado hacia las TIC a través del análisis
de varianza y otros tratamientos estadísticos aplicados a partir
del diseño experimental elaborado con los resultados obtenidos
en la aplicación de la Escala.
Lograr información y hacer valoración tanto de las actitudes
positivas como de las negativas mostradas por los docentes ante ellas,
así como de algunos de los estados psicológicos asociados
con su uso, que permita establecer, en función de ello, las estrategias
de intervención oportunas.
Obtener información relevante sobre la situación actitudinal
hacia las TIC de todos los docentes en general sobre la que poder contrastar
las actitudes sostenidas por cada docente o grupo concreto en particular.
4.
Elaboración del instrumento: la Escala de Actitudes de los Docentes
hacia las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación
Optamos por la elaboración de una escala tipo Likert con cinco
alternativas de respuesta. Para ello redactamos en primera instancia un
conjunto amplio de proposiciones que tras ser analizadas y depuradas en
función de diversos criterios (relevancia, reiteración,
opiniones de expertos y coherencia sintáctico-semántica)
quedaron reducidas a las veinte que pasaron a conformar definitivamente
la escala. De estas proposiciones nueve tenían una formulación
positiva y once negativa.
Para cada proposición se presentaron cinco alternativas de respuesta
en función del grado de acuerdo o desacuerdo con el contenido de
la misma: A.-Totalmente de acuerdo. B.-Tiendo a estar de acuerdo. C.-Indeciso/a.
D.-Tiendo a estar en desacuerdo. E.-Totalmente en desacuerdo.
El coeficiente de fiabilidad de la escala fue de 0.85, obtenido con el
coeficiente alfa de Cronbach.
Esta es la escala definitiva a la que respondieron los sujetos:
(COLOCAR AQUÍ LA ESCALA DE ACTITUDES DE LOS DOCENTES HACIA LAS
NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN)
5.
Actitudes reflejadas en cada uno de los ítems de la Escala
Los veinte ítems de la escala permiten que los sujetos plasmen
su propia situación personal respecto a siete actitudes positivas
ante las TIC (ítems nº 2, 3, 6, 7, 9, 12 y 14), siete actitudes
negativas (ítems nº 1, 4, 5, 8, 10, 11 y 13) y seis estados
psicológicos específicos asociados al uso de las TIC (dos
positivos: ítems nº 17 y 18, y cuatro negativos: ítems
nº 15, 16, 18 y 20). Éstas son las correspondencias:
1 Deshumanización 8 Escasa aportación 15 Infravaloración
2 Ayuda aprendizaje 9 Mayor impulso Admón. 16 Temor
3 Integración curricular 10 Esfuerzo excesivo 17 Confianza
4 Moda social 11 No aula informática 18 Ansiedad
5 Gasto estéril 12 Uso generalizado 19 Control
6 Uso habitual 13 Elemento distractor 20 Impotencia
7 Predisp. formación 14 Adaptación Escuela-Soc.
6.
Aplicación de la Escala de actitudes. Análisis estadístico
de los resultados obtenidos
La escala elaborada fue aplicada a los docentes que fueron distribuidos
en ocho grupos en función de las variables sexo, edad y etapa educativa
en que estaban impartiendo docencia. Estos grupos quedaban constituidos
así:
Grupo 1º: Varones - Menos de 40 años - E. Infantil
Grupo 2º: Varones - Menos de 40 años - E. Primaria
Grupo 3º: Varones - Más de 40 años - E. Infantil
Grupo 4º: Varones - Más de 40 años - E. Primaria
Grupo 5º: Mujeres - Menos de 40 años - E. Infantil
Grupo 6º: Mujeres - Menos de 40 años - E. Primaria
Grupo 7º: Mujeres - Más de 40 años - E. Infantil
Grupo 8º: Mujeres - Más de 40 años - E. Primaria
La edad de referencia para la formación de los grupos viene determinada
por la composición de la muestra de que disponíamos y está
adoptada así para lograr su homogeneidad. No obstante, hemos intentado
el mayor distanciamiento posible de los dos grupos de edad resultantes
al objeto de poder contrastar el efecto discriminante de la variable edad.
Para el tratamiento estadístico informatizado de los datos obtenidos
hemos utilizado el paquete estadístico Statgraphics y la hoja de
cálculo Excel.
Las puntuaciones obtenidas por cada docente en la escala se obtuvieron
por la suma de las puntuaciones obtenidas en cada uno de los ítems
en función de la alternativa elegida. En las proposiciones positivas:
A = 5; B = 4; C = 3; D = 2; E = 1. En las proposiciones negativas: A =
1; B = 2; C = 3; D = 4; E = 5.
7.
Magnitud, variabilidad y distribución de las puntuaciones actitudinales
Según ello la puntuación máxima alcanzable en actitud
favorable hacia las TIC sería de 100 puntos, mientras que la puntuación
mínima sería de 20. Así pues, la media que teóricamente
cabría esperar sería de 60 puntos, asumiendo la distribución
normal de las puntuaciones. La media real que se obtuvo a partir de las
respuestas de los docentes a la escala fue de 77.03 puntos (17.03 puntos
por encima de la media teórica; 22,97 por debajo de la puntuación
máxima). La puntuación central, la mediana, fue de 79 y
la moda determinó que la puntuación 85 era la más
repetida de toda la distribución.
Puede afirmarse en principio, que la muestra de docentes presenta una
actitud global notablemente favorable en su conjunto hacia las TIC y que
las puntuaciones obtenidas se ajustan a la distribución normal
de las puntuaciones, confirmado por los coeficientes de asimetría
(-1.65 y -0.66) y kurtosis (0.013 y 0.010) obtenidos.
No obstante, interesa destacar que se da una variabilidad bastante acusada
en las puntuaciones obtenidas tanto por exceso como por defecto respecto
a la media real de todo el grupo (la desviación típica de
la distribución es de 10.99) debido fundamentalmente al tamaño
reducido de la muestra. Así, por ejemplo, las tres puntuaciones
más bajas de las obtenidas por los treinta y ocho docentes son
48, 55 y 58 (correspondientes a los sujetos 35, 11 y 38), las cuales,
tras ser pasadas a puntuaciones típicas "z" (-2.64, -2.00
y -1.73) estarían indicando que estos docentes dejan por debajo
de ellos en actitudes hacia las TIC tan sólo el 0.41 %, el 2.28
% y el 4.18 % de toda la población de docentes de las etapas Infantil
y Primaria, ocupando pues los percentiles 1, 2 y 4 respectivamente. En
el polo opuesto de mayor actitud positiva hacia las TIC estarían
los sujetos números 4, 17 y 3-21 con puntuaciones respectivas de
94, 93 y 90 que, pasadas a puntuaciones "z" (1.54, 1.45 y 1.18)
vienen a indicar que estos cuatro sujetos dejan por debajo de ellos el
93.83 %, el 92.65 % y el 88.10 de toda la población de docentes,
es decir, ocuparían los percentiles 94, 93 y 88.
También fue dicotomizado el grupo en función de las variables
sexo, edad de los docentes y etapa en la que impartían docencia,
obteniéndose las puntuaciones medias de los seis grupos resultantes.
De esta forma pudo observarse, en primera instancia, que la media obtenida
por los varones era superior a la obtenida por las mujeres y que, en mayor
medida, la de los menores de cuarenta años era superior a la de
los mayores de esa edad. Respecto a la variabilidad de las puntuaciones
dentro de estos tres grupos dicotómicos está en consonancia
con la mostrada por toda la distribución de docentes que comentábamos
más atrás.
La Tabla I recoge los valores de estas medias y desviaciones típicas.
Las diferencias entre medias son en la variable sexo de 4.4 puntos, de
11.9 en la variable edad y de tan sólo 0.07 en la variable etapa
educativa. Ello no permite concluir sobre la significación estadística
de estas diferencias a lo cual dedicaremos el siguiente epígrafe.
(COLOCAR AQUÍ LA TABLA I)
La Tabla II recoge las puntuaciones medias y las desviaciones típicas
de los ocho grupos de docentes con la composición que conocemos.
(COLOCAR AQUÍ LA TABLA II)
La significación de las diferencias entre las medias de estos ocho
grupos será también abordada más adelante.
8.
Diseño experimental y análisis de varianza: influencia de
las variables establecidas en la actitud de los docentes hacia las TIC
Hemos analizado la influencia en la actitud hacia las TIC de los docentes
de tres variables independientes, cada una de ellas con dos niveles:
A
SEXO ( A1 = Varón; A2 = Mujer )
B
EDAD ( B1 = ? 40 años; B2 = > 40 años )
C
ETAPA ( C1 = E. Infantil; C2 = E. Primaria )
Para ello proyectamos un diseño factorial S38 (A2 B2 C2). Ello
lleva implícita la existencia de ocho condiciones experimentales,
representadas por otros tantos grupos cuya composición era:
Grupo 1º: A1 B1 C1 Varones - Menos de 40 años - E. Infantil.
Grupo 2º: A1 B1 C2 Varones - Menos de 40 años - E. Primaria.
Grupo 3º: A1 B2 C1 Varones - Más de 40 años - E. Infantil.
Grupo 4º: A1 B2 C2 Varones - Más de 40 años - E. Primaria.
Grupo 5º: A2 B1 C1 Mujeres - Menos de 40 años - E. Infantil.
Grupo 6º: A2 B1 C2 Mujeres - Menos de 40 años - E. Primaria.
Grupo 7º: A2 B2 C1 Mujeres - Más de 40 años - E. Infantil.
Grupo 8º: A2 B2 C2 Mujeres - Más de 40 años - E. Primaria.
La variable dependiente era la actitud de los docentes hacia las TIC medida
a través de sus respuestas a la Escala de Actitudes elaborada.
Este sería pues, el esquema del diseño experimental A x
B x C ó 2 x 2 x 2:
A1
A2
B1 B2 B1 B2
C1 C2 C1 C2 C1 C2 C1 C2
La
Tabla III refleja los resultados obtenidos en la aplicación del
análisis de varianza.
(COLOCAR AQUÍ LA TABLA III)
En función de las razones F obtenidas, la variable B (edad) se
demuestra significativa al nivel de confianza de .01; no así la
variable A (sexo) y mucho menos la variable C (etapa educativa). Como
era de esperar, las interacciones entre estas variables no son significativas
a ninguno de estos niveles, tanto las tres de primer orden como la de
segundo orden.
Puede pues concluirse con un nivel de confianza de .01 (99%) que la variable
edad tiene un efecto estadísticamente significativo sobre la actitud
que los docentes mantienen hacia las Tecnologías de la Información
y la Comunicación medida a través de nuestra escala, siendo
más favorable en el caso de los docentes de menos de cuarenta años
que en los docentes que superan esta edad. Para la variable sexo esto
sólo puede afirmarse a un nivel de confianza de .11 (89 %) -más
favorable en los varones- que, estadísticamente no debe ser tomado
en consideración. Tampoco tiene ninguna influencia en las actitudes
mantenidas hacia las TIC la etapa educativa en que los docentes desarrollan
su tarea, es decir, las diferencias que demuestran los docentes en actitudes
hacia las TIC no están influenciadas por la etapa educativa de
pertenencia.
9.
Significación de las diferencias entre las medias en actitud hacia
las TIC de los grupos de docentes
Pero el análisis de varianza nos deja sólo constancia de
que la edad (a un nivel de .01) y -en mucha menor medida- el sexo de los
docentes (a un nivel de .11) influyen en su actitud hacia las TIC así
como de que es irrelevante para ello el que sea de Infantil o de Primaria,
pero no nos indica qué grupo o grupos de entre los ocho presentan
significativamente una actitud más positiva hacia ellas (son superiores
en puntuación). Para conocerlo precisamos hacer comparaciones a
posteriori con las diferencias entre las medias de cada uno de los grupos.
Surgen veintiocho posibles comparaciones entre los ocho grupos.
Los resultados obtenidos a través de la prueba LSD de Fisher incluidos
en la Tabla IV indican que los grupos 1º (Varones < 40 años
- Infantil), 2º (Varones < 40 años - Primaria) y 5º
(Mujeres < 40 años - Infantil) a un nivel de significación
de .01 (99 %) y los grupos 4º (Varones > 40 años - Primaria)
y 6º (Mujeres < 40 años - Primaria) con un nivel de confianza
de .05 (95 %) superan en actitud positiva hacia las TIC al grupo 8º
(Mujeres > 40 años - Primaria). Además los grupos 1º,
2º y 5º ya citados, aparecen también como significativamente
superiores a .05 al grupo 7º (Mujeres > 40 años - Infantil).
Por último, de nuevo el grupo 2º y el 5º superan significativamente
al grupo 3º (Varones > 40 años - Infantil), en ambos casos
a un nivel de significación de .05.
En definitiva los resultados de las comparaciones intergrupales están
en consonancia con los que cabría prever a partir del análisis
de varianza, con la edad de los docentes como elemento modulador principal
y el sexo de los mismos en mucha menor medida. El grupo 2º (Varones
< 40 años - Primaria) se muestra dentro de los docentes como
el de una actitud más favorable hacia las TIC, mientras que el
grupo 8º (Mujeres > 40 años - Primaria) sería el
que presentaría una actitud más desfavorable (aunque todavía
5 puntos por encima de la media teórica).
(COLOCAR AQUÍ LA TABLA IV)
Este mismo tipo de análisis estadístico de la diferencia
entre medias (en este caso utilizando el test de Scheffe), llevado a cabo
con los dos grupos de diecinueve docentes procedentes de la dicotomización
de todo el conjunto de treinta y ocho en función de las tres variables,
denota respecto a la variable sexo que la diferencia entre las medias
del grupo de varones y el de mujeres no es estadísticamente significativa
a un nivel de confianza de .05. A este mismo nivel de .05 (95 %) y respecto
a la variable edad se demuestra que el grupo < 40 años sí
es significativamente superior al grupo > 40 años. No son significativas
las diferencias entre los grupos de Infantil y Primaria.
10.
Análisis de los tipos de actitudes de los docentes hacia las TIC.
En los apartados anteriores, siempre que se hacía referencia a
las puntuaciones de los docentes, aludíamos a las que éstos
obtenían en la globalidad de la escala de actitudes como una medida
del grado de aceptación o apertura hacia las TIC en un sentido
estrictamente cuantitativo.
Pero, a pesar de la gran cantidad de información que nos ha aportado
hasta ahora todo el análisis estadístico seguimos sin información
sobre los tipos de actitudes tanto positivas como negativas así
como de algunos estados psicológicos concomitantes hacia las TIC.
Es decir, no disponemos de información cualitativa.
Se impone, pues, un análisis y valoración de las puntuaciones
(respuestas) de los docentes en cada uno de los ítems, en lugar
de en la globalidad de la escala como hemos hecho anteriormente. En este
sentido, la máxima puntuación posible de obtener por la
totalidad de la muestra de docentes en cada ítem sería de
190 puntos (38 x 5) y ello sería válido tanto para los ítems
de formulación positiva como para los formulados negativamente.
Fue necesario pues, obtener las puntuaciones de todos los sujetos en cada
uno de los veinte ítems de que se compone la Escala, si bien interesa
precisar que para este tipo de análisis y su inclusión en
los gráficos la ponderación de las diferentes alternativas
de respuesta se ha hecho con carácter absoluto, es decir, sin tener
en cuenta si la actitud medida por cada ítem era positiva o negativa
de modo que las alternativas de respuesta tenían en ambos casos
la misma puntuación A = 5; B = 4; C = 3; D = 2; E = 1; de este
modo pueden ser comparables las puntuaciones totales obtenidas por la
totalidad de los docentes en cada una de las actitudes. Para facilitar
el análisis y la comparación entre actitudes estas puntuaciones
fueron convertidas en porcentajes respecto a la puntuación máxima
posible.
En el Gráfico I, que incluye las actitudes positivas, podemos observar
lo elevado de las puntuaciones porcentuales en todas ellas, fuertemente
desplazadas hacia la derecha y el valor máximo. La media de los
porcentajes alcanza el 77.9 % y la desviación estándar del
5.9 % no es excesivamente elevada, indicando que las puntuaciones en todas
las actitudes están bastante agrupadas en torno a la media.
Destaca especialmente la opinión compartida por la práctica
totalidad de los docentes de que las TIC precisan de un mayor impulso
por parte de la administración educativa. A bastante distancia
-tratándose de porcentajes- aparece la convicción de que
el uso de las TIC acabará generalizándose entre los docentes
e, inmediatamente, a muy corta distancia de la anterior, se hace patente
la predisposición del profesorado a la formación en ellas
y la valoración positiva de las TIC como ayuda para la superación
de las dificultades de aprendizaje de los alumnos.
(COLOCAR AQUÍ EL GRÁFICO I)
Ocupando los lugares actitudinales más bajos se encuentran el uso
habitual de las TIC como recurso didáctico y su integración
curricular. La disociación entre la teoría y la práctica
resulta una vez más evidente en este caso y habrá que analizar
las razones por las que, dándose unas actitudes tan receptivas
a la implantación de las TIC como se dan, sea en la realidad didáctica
del aula donde tengan una menor repercusión.
(COLOCAR AQUÍ EL GRÁFICO II)
El contraste con las puntuaciones obtenidas por los docentes en las actitudes
negativas hacia las TIC presentadas en el Gráfico II resulta muy
elocuente. Todas ellas aparecen desplazadas hacia la izquierda muy por
debajo del 50 %. La media porcentual alcanza en este caso el 40.3 % y
la desviación típica el 3.3 % indicando un fuerte agrupamiento
alrededor de la puntuación media, como si la mayor parte de las
actitudes negativas representadas fueran adoptadas en la misma medida.
Destaca aquí la elevada valoración que, indirectamente,
hacen los docentes del aula de informática (fuerte oposición
a destinar su espacio a otros usos) seguida como actitud más rechazada
de la de considerar un gasto estéril la inversión en TIC
y de la de entender que éstas sirven como elementos distractores
de los procesos de enseñanza aprendizaje.
Con la mayor acogida dentro de las actitudes negativas figura en primer
lugar aquélla que considera poco rentable el esfuerzo que exigen
las TIC para la rentabilidad didáctica obtenida, seguida de aquélla
que ve en las TIC un componente de moda social por encima de su utilidad
pedagógica.
(COLOCAR AQUÍ EL GRÁFICO III)
En el Gráfico III se presentan conjuntamente los estados psicológicos
de atracción y repulsión asociados al uso de las TIC por
los docentes, de ahí que no aparezca la media ni la desviación
típica. El gráfico refleja ostensiblemente la tendencia
de las puntuaciones en ambos casos. En la parte más positiva destaca
la confianza que suscitan en los docentes las TIC como ayuda importante
en el proceso de enseñanza-aprendizaje, mientras que como estado
más negativo asociado a su uso aparece la ansiedad, al considerar
algunos docentes que les pone nerviosos el trabajar con los alumnos incluyéndolas
como recursos. También se hacen patentes sentimientos de infravaloración
respecto al dominio y aplicación de esos recursos con relación
a los demás compañeros, así como un cierto estado
de temor e inseguridad en su uso.
11.
Colofón
Integrar las TIC en el currículum es una tarea compleja que supone
tener en cuenta una amplia serie de variables y, como toda innovación
educativa, es un proceso de tentativas, readaptaciones y reflexión
continua (Gallego y Alonso, 1999). En este mismo sentido sería
imprescindible plantearse seriamente los contenidos, los propósitos
y las mismas metodologías de la formación de profesores
para la utilización pedagógica de las TIC si se quiere profundizar
en la integración de las mismas (Escudero, 1995). Y ocupando un
lugar prioritario en este proceso de integración, están
las actitudes de los docentes hacia ellas.
Independientemente de las macroinvestigaciones sobre éstas, que
podrían servir fundamentalmente para valorar su sintonía
con las demandas sociales del momento y la definición de las líneas
generales de actuación -FUNDESCO (1989), INLE (1998-99)
-
entendemos que las actuaciones más productivas, en cuanto más
cercanas a la realidad educativa de cada Centro, irían en la línea
de acercarse a los contextos educativos concretos de implantación
y optimización didáctica de las TIC a través de sencillos
instrumentos de diagnóstico del estado de las actitudes del profesorado
hacia ellas como el presentado, para, partiendo de él, proceder
a la toma de decisiones y la planificación de las estrategias de
formación y, en su caso, de modificación de actitudes, más
adecuadas para cada situación concreta.
BIBLIOGRAFÍA
Escudero,
J.M. (1992). "La evaluación de los proyectos Atenea y Mercurio",
en Las nuevas tecnologías en la Educación. Santander: ICE
Universidad de Cantabria.
Escudero, J.M. (1995): "Integración de las nuevas tecnologías
en el currículum y en el sistema escolar", en Rodríguez
Diéguez, J.L., Sáenz Barrio, O. y otros Tecnología
Educativa. Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación.
Alcoy: Marfil.
Gallego, D.J. y Alonso, C.M. (1999). El ordenador como recurso didáctico.
Madrid: UNED.
INLE (1998-
). " Actitudes de los Estudiantes y Docentes hacia
la Computadora y los Medios para el Aprendizaje ". Proyecto en desarrollo
(3ª fase). México: Instituto Latinoamericano de la Comunicación
Educativa. (parte del proyecto internacional "Project for the longitudinal
assessment of new information technology attitudes in education").
http://investigacion.ilce.edu.mx/dice/proyectos/actitudes/1999/p2-1.htm
Vázquez,
G. (1989). Los ordenadores y las máquinas de enseñar. Madrid:
Fundesco.
Francisco
García González (C. P. San Pablo. Albacete). frangar@correo.cop.es
Maestro de E. Primaria. Licenciado en Psicología. Máster
en Informática Educativa.
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